lunes, 29 de agosto de 2011

LET THEM COME


Artículo publicado en el Diario "The Economist" (Se ofrece el texto en su versión original y traducido por Google al español) 27 agosto 2011

Immigration
Let them come
The West should be more welcoming to migrants—there’s competition from the East for them

IMMIGRATION is a sensitive subject at the best of times, and this is not one of them. The economic crisis has destroyed millions of jobs in rich countries, making their governments especially touchy about the impact of immigration on the demand for indigenous labour.

Such concerns are illogical, because immigration is counter-cyclical. Recession in rich countries has discouraged some would-be incomers from trying their luck. America, for instance, has seen a sharp decline in Mexicans trying to cross its southern border. Immigration to Europe has slowed. Some studies also suggest that increased inflows of migrants are a leading indicator of a pickup in growth.

Yet governments are often reluctant to leave migration flows to the labour market. In recessions, they tend to take steps to discourage new migrants and even get rid of existing ones. Over the past year the Danish, French and Italian governments have rolled back the Schengen passport-free zone and reintroduced limited border controls. Even Australia and Canada, which pioneered the “points system” to give preference to skilled workers, have cut back on work permits. David Cameron, Britain’s prime minister, has imposed a “migration cap” for those from outside the EU. Countries including Spain, Japan and Denmark have taken this to its logical conclusion, with “pay as you go” schemes, under which migrants get cash handouts to return to their countries of origin.

Concerns about immigration are understandable, especially at a time when jobs are in such short supply. Polling in both Europe and America suggests that a majority of locals think immigrants do more harm than good and damage locals’ chances in the job market. Evidence that immigration hurts indigenous workers is, however, weak. In seasonal work and construction, cheap foreign labour can depress wages and make it harder for the low-skilled to find work, but the flexibility and willingness of new workers can also boost productivity and encourage innovation.

Strains on public services can sorely test the patience of locals, especially when budget cuts are making it hard to maintain such services. In Britain, for instance, a contingency fund to help cash-strapped local authorities facing pressure on public services has been scrapped. Yet over time immigrants more than repay the extra short-term burden they impose on education, health and other budgets.

Keep the gates open

Politicians often say that they want a sensible debate about immigration; but too often they pander to voters’ fears of immigrants rather than attempting to allay them. They should be particularly wary of doing so now. There is growing competition for their skills elsewhere (see article): Asia is fast becoming the new magnet for migrants.

China, which used to be closed to immigrant labour, is now handing out residency permits to professionals, academics and entrepreneurs. In 2009 Shanghai recorded 100,000 foreigners living there. A similar number have settled in the southern port of Guangzhou, drawn from Europe, the Middle East and Africa. South Korea has also witnessed a rise in incomers since 2007 and is particularly keen to attract American-educated graduates.

Immigration is, on the whole, good for economies; and right now, rich countries can do with all the economic help they can get. Rather than sending immigrants home, with their skills, energy, ideas and willingness to work, governments should be encouraging them to come. If they don’t, governments elsewhere will.



Inmigración
Déjenles venir
El Oeste debería más dar la bienvenida a especies migratorias - hay competición del Este para ellos
 

La INMIGRACIÓN es un sujeto sensible en el mejor de los tiempos, y esto no es uno de ellos. La crisis económica ha destruido millones de empleos en países ricos, haciendo sus gobiernos sobre todo delicados sobre el impacto de inmigración sobre la demanda del trabajo indígena.

 Tales preocupaciones son ilógicas, porque la inmigración es contracíclica. La recesión en países ricos ha desalentado a algunos inmigrantes supuestos de intentar su suerte. América, por ejemplo, ha visto una disminución aguda en mexicanos que tratan de cruzar su frontera del sur. La inmigración a Europa ha ido más despacio. Algunos estudios también sugieren lo que aumentó las entradas de especies migratorias son un indicador principal de una recolección en el crecimiento.

Aún los gobiernos están a menudo poco dispuestos a dejar flujos de migración al mercado de trabajo. En recesiones, ellos tienden a tomar medidas para desalentar a nuevas especies migratorias y aún deshacerse de existentes. Durante el año pasado los gobiernos daneses, franceses e italianos han hecho retroceder la zona Schengen sin pasaporte y han introducido de nuevo mandos de frontera limitados. Incluso Australia y Canadá, que promovió " el sistema de puntos " para dar la preferencia a trabajadores cualificados, han reducido sobre permisos de trabajo. David Cameron, el primer ministro británico, ha impuesto " un gorro de migración " para aquellos de fuera Unión Europea. Los países incluyendo España, Japón y Dinamarca han tomado esto a su conclusión lógica, " con la paga como usted va " esquemas, conforme a los cuales las especies migratorias consiguen folletos en efectivo para volver a sus países de origen.

Las preocupaciones sobre la inmigración son comprensibles, sobre todo a la vez cuando los empleos están en tal suministro corto. La votación tanto en Europa como en América sugiere que una mayoría de vecinos piense que los inmigrantes hacen más daño que bueno y dañan las posibilidades de los vecinos en el mercado de trabajo. Evidencie aquella inmigración duele trabajadores indígenas son, sin embargo, débiles. En el trabajo temporal y la construcción, el trabajo barato extranjero puede deprimir salarios y hacer esto más difícil para el bajo experto encontrar el trabajo, pero la flexibilidad y la buena voluntad de nuevos trabajadores también puede aumentar la productividad y animar la innovación.

Las tensiones sobre servicios públicos profundamente pueden probar la paciencia de vecinos, especialmente cuando las reducciones presupuestarios lo hacen con fuerza para mantener tales servicios. En Gran Bretaña, por ejemplo, los fondos para la emergencia para ayudar a ayuntamientos atados con correa por dinero efectivos que afrontan la presión sobre servicios públicos han sido desechados. Aún con el tiempo los inmigrantes más que reembolsan la carga suplementaria a corto plazo que ellos imponen a la educación, la salud y otros presupuestos.

 Guarde las puertas abiertas

 Los políticos a menudo dicen que ellos quieren un debate sensible sobre la inmigración; pero demasiado a menudo ellos consienten a los miedos de los votantes de inmigrantes más bien que intentar aliviarlos. Ellos deberían ser en particular cautelosos de hacer tan ahora. Allí cultiva la competición para sus habilidades en otra parte (mirar el artículo): Asia rápido se hace el nuevo imán para especies migratorias.
 
China, que solía estar cerrada al trabajo inmigrante, ahora reparte permisos de implantación a profesionales, académicos y empresarios. En 2009 Shanghai registró a 100,000 extranjeros que viven allí. Un número similar se ha instalado el puerto del sur de Guangzhou, ha dibujado de Europa, el Oriente Medio y África. Corea del Sur también ha atestiguado una subida de inmigrantes desde 2007 y es en particular penetrante para atraer a graduados Americanos cultos.

 La inmigración está, en general, bien para economías; y ahora mismo, países ricos pueden hacer con toda la ayuda económica que ellos pueden conseguir. Más bien que enviar inmigrantes a casa, con sus habilidades, energía, ideas y buena voluntad de trabajar, los gobiernos deberían ser alentadores ellos para venir. Si ellos no hacen, los gobiernos en otra parte van a. Si no lo hacen, los gobiernos de otros lugares lo harán.

Dossier Intercultural



Desde hoy y en adelante voy a publicar desde el Blog algunas noticias que me han parecido importantes respecto a la temática intercultural. esta vez voy a recuperar algunas notas de julio y agosto que tenía guardadas. Espero que sea de interés.

La población extranjera se estanca por primera vez (en Alicante) en los últimos 15 años (29 agosto 2011, Diario La Verdad)La manta como único medio para subsistir (28 agosto 2011, Diario La Verdad)

La cifra depresos extranjeros se dispara más de un 500% (25 agosto 2011, Diario Información)
El 83% de los musulmanes se siente adaptado (25 agosto 2011, Diario El País)
El registro electoral censa 180 dominicanos en Alicante (1 agosto 2011, Diario Información



domingo, 21 de agosto de 2011

UNA SINCERA APUESTA POR LA CONVIVENCIA VECINAL


(A continuación reproduzco en su totalidad el artículo de opinión que se ha publicado hoy en Diario La Verdad de Alicante a petición de su redacción con motivo de los recientes altercados vecinales producidos en el barrio de Virgen de Remedio)

Desde la sincera modestia y el cariño que siento por la Zona Norte afronto este escrito solicitado por la Redacción de La Verdad sobre la convivencia intercultural en los barrios que conforman este espacio ciudadano. Hablar de convivencia es hacerlo de algo muy complejo. Convivir es una de las cuestiones más difíciles que el ser humano gestiona ya sea en el entorno familiar, laboral o vecinal. Convivir además con personas que proceden de un origen diferente al propio lo es más. Por lo tanto, a la hora de entender el significado de la palabra convivencia le añadiría el calificativo de reto. Un reto además que es unidireccional porque es el único posible hoy en día, a saber, el reto de la convivencia vecinal intercultural. Precisamente ese es el lema de la IV Marcha Cívica Participativa que desde la Asociación Cultural Dánae organizaremos próximamente en el Encuentro Municipal Diversalacant.

La convivencia es difícil con el vecino de arriba, y si además es moro o rumano pues mucho peor porque le añadimos el ingrediente del racismo y la intolerancia, y “como somos superiores a ellos porque hemos nacido aquí y tenemos derechos adquiridos por ello”, pues ya tenemos a la pobre convivencia temblando asustada en la escalera. Esta infantil metáfora se convierte en perversa cuando se tiñe de realidad y cuando suceden los hechos de la pasada semana en Virgen del Remedio. Sin restar importancia a lo ocurrido debemos situar este incidente en un contexto generalizado de paz y tranquilidad social en la Zona Norte en estos tiempos convulsos que corren de crisis económica, paro y absentismo escolar. Afortunadamente, estos hechos no son frecuentes todavía ni en la Zona Norte ni en el resto de la ciudad. No lo son porque existe un trabajo en la sombra de la administración, de entidades sociales y vecinales detrás desde hace muchos años. Pero no es suficiente, debe incrementarse, en fondos, esfuerzos y compromisos porque lo que está en juego es algo muy importante y peligroso.

Desde 2007 el Ayuntamiento de Alicante puso en marcha el Plan Integral de la Zona Norte gestionado por la Concejalía de Coordinación de Proyectos y donde la homóloga de Acción Social juega un papel crucial. Después de años de esfuerzos se recogen buenos frutos de convivencia por el trabajo a conciencia de sus profesionales técnicos –buena prueba de ello es la inauguración reciente del Centro Municipal Integrado en la Plaza de Argel, la existencia de los Puntos de Encuentro Intercultural o del Servicio de Mediación Comunitaria-. Son muchas además las iniciativas que se desarrollan desde las entidades sociales del barrio, algunas de ellas de gran recorrido y solvencia. Como decía, el esfuerzo común de rescate de este deprimido espacio barrial es notorio, pero no suficiente. No es el lugar para explicar el contingente humano de origen extranjero residente en la Zona Norte. Cientos y cientos de seres humanos procedentes de todas las partes del mundo constituyen hoy en día porcentajes  vecinales que superan el 25, 35 e incluso el 45% de población en Juan XXIII, Virgen del Remedio o Colonia Requena por citar algunos casos. Mucha gente de origen diferente y con un perfil socioeconómico bajo, en un lugar con necesidades evidentes y en un escenario de ausencia de trabajo es sinónimo de alerta roja.

Cuando hablaba del camino unidireccional me refería a la ausencia de un contexto de convivencia diferente al actual: vivimos en una sociedad multicultural que quiere convertirse en intercultural y tenemos que empezar a hacer los deberes que no hemos hecho con anterioridad, a saber: convivir. Porque los extranjeros que están aquí no se van a marchar, o al menos en una forma proporcional a su llegada. Han venido a quedarse, a residir con nosotros, a construir país, a vivir en paz y tranquilidad, trabajando, matriculando a sus hijos en el cole, el instituto o la universidad, haciendo barrio! Que a nadie se le olvide que ningún ser humano emigra por placer sino por necesidad. Hay que hacer los deberes, hay que aprender a convivir y dejarse de tonterías o ¿es que alguien es capaz en Alicante de decir que es tan puro “alicantí” (como el Castillo) que está legitimado para pedir la marcha de otro ser humano? ¿Es que ya no nos acordamos que vivimos en una tierra fértil en culturas y civilizaciones que han hecho que hoy seamos lo que somos? Hace falta un poquito de memoria nada más para situar las cosas en su sitio y para descabalgar los prejuicios que los seres humanos se hacen cuando les incomoda la realidad.

Cuando hablaba de deberes me refería al doble esfuerzo (bidireccional) que debe acometer tanto la sociedad de acogida como la sociedad de recepción. Los inmigrantes deben saber que han llegado a un lugar (ciudad, país) que se rige con unas leyes y códigos a veces diferentes a los propios y que deben asumir. Deben optimizar su proyecto migratorio (muchas veces inexistente) y asentar rápidamente las bases de su residencia primaria (permisos de estancia, trabajo, escolarización de sus hijos…). No lo tienen fácil nuestros inmigrantes. Ni la sociedad española ni su administración están preparadas para asumir el contingente humano recibido y las barreras que se encuentran en el camino son a veces insalvables. Hay que seguir trabajando los proyectos de integración de la población inmigrante. Pero por otra parte son algo más que apremiantes las campañas de sensibilización hacia la población autóctona, campañas que hablen del momento histórico que vivimos, de la necesidad que hasta hace muy poco teníamos de población para garantizar nuestra Seguridad Social y de aquellos trabajos necesarios para la emancipación de la mujer, campañas que expliquen quiénes son nuestros nuevos vecinos, de dónde vienen, por qué vienen. Iniciativas que destaquen la convivencia de todos, que impulsen el deseo de compartir espacios y de luchar por ellos. Proyectos de esencia juvenil, educativa y cultural.

Todo ello para entender que nuestros vecinos musulmanes están viviendo el ramadán que les obliga a comer cuando cae el sol y que por ahí pueden venir los inconvenientes de olores de comida y demás. La fiesta es también consustancial al ramadán para ellos como lo es para nosotros estar hasta las 6 de la mañana en racós de hogueras, moros y cristianos o fiestas vecinales. Que ellos pueden tratar de bajar el volumen de sus fiestas o cocinar a horas que no se hagan muy tarde de la misma forma que los autóctonos debemos entender y respetar esta tradición y aguantar un poco las incomodidades. El barrio es de todos. Lo que no podemos es sacar a relucir el racismo y la intolerancia, llamarles moros de mierda y pedirles que se vayan a su país, además de montar una turba y pegarles una paliza. Eso es odio y ese odio nace, como hemos explicado, de la incultura, el fanatismo y la cobardía.

Estamos construyendo una sociedad muy compleja y todos debemos poner de nuestra parte para favorecer la convivencia. Porque además creo que es posible ya que confío en las personas y estoy convencido de que son más las cosas que nos unen que aquellas que nos puedan separar. Así que manos a la obra, a arremangarse y a trabajar!


Virgilio Candela
Investigador del Área de Ciencia Política de la UA.
Fundador de la Asociación Cultural Dánae.

Enlace a la noticia: Una apuesta sincera (Diario La Verdad)
Imagen: Blog de "Alicantí de profit"